Soy Karina Colloca y desde 2016 me dedico a diseñar y fabricar joyas o mejor dicho “pequeñas piezas con vida propia”, como me gusta llamarlas a mi .
Para ser honesta, hay una conexión entre mis joyas y yo porque fueron realizadas a mano una por una durante días en los que cada detalle fue emergiendo tanto del metal como de la cera .Mi formación de base es la cerámica, durante años me dediqué a darle forma al barro y fue buscando trabajar con volúmenes más pequeños que me dejé llevar por el mundo de las joyas, ¡y acá estoy! trabando la cera y el metal con la misma pasión.
Cuando me decidí a darle una identidad a todo ese trabajo casi de inmediato vino a mi mente la imagen del Cid Campeador, un personaje histórico y legendario del siglo XI cuya espada llamada Tizona tiene una historia muy particular, se usó para la lucha pero también como dote por los esponsales del conde Ramón Berenguer III de Barcelona, convirtiéndose así en una joya… La perfección de lo imperfecto.
Siento mis joyas, no busco la perfección, las dejo libres para que se expresen y así conseguir esa impronta diferente que encante y brinde una verdadera experiencia a quien las use. Metales como la plata y el oro, piedras naturales y cristales son un mundo de texturas y colores que en La Tizona toman forma de anillos, collares y pulseras únicos, con procesos de fundición que hace que se pierda el original por lo que no hay una pieza igual a otra y todas son realizadas a mano con esmero y mucha dedicación.
Si las joyas te emocionan tenemos un showroom en Belgrano donde podés visitarnos y conocer el taller donde se produce cada una de las piezas que verás en el salón.